lunes, 31 de diciembre de 2007

REVOLUCIONARIOS DE SIEMPRE


Henri Christophe

Henri Christophe (6 de octubre de 1767 - † Puerto Príncipe 8 de octubre de 1820), fue un esclavo liberado que participó en la lucha haitiana por la independencia y se autopromulgó rey de la mitad septentrional del país.




Nacido en la Isla de San Cristóbal, Christophe fue llevado a Santo Domingo, donde trabajó en el restaurante de un hotel y consiguió la libertad.
Se dice que luchó durante la Guerra de la Revolución americana en el asedio a Savannah.

Contrajo nupcias con María Luisa Coidavid, que le dio cuatro hijos: Víctor Enrique, Fernando, Athenais y Amatista Christophe.

Christophe destacó en la rebelión de 1791, ascendiendo al rango de general en 1802. En 1806, participó en el golpe de estado contra Jacobo I y tomó el control del norte del país. Su principal enemigo era su cómplice en la conspiración Alexandre Pétion, quien erigió a la región meridional en república separada, bajo su presidencia.

Henri se autoproclamó presidente del "Estado de Haití" en 1807, junto con Pétion, éste como presidente de la "República de Haití" en oposición al sur. En 1811, convirtió el estado de Haití en reino y se proclamó rey, gobernando con el nombre de Enrique I de Haití.

Se hizo construir seis castillos, ocho palacios y la sólida Fortaleza Laferrière, aún considerada como una de las maravillas de la época. Se rodeó de una elaborada nobleza haitiana de su propia creación, que consistía en 4 príncipes, 8 duques, 22 condes, 37 barones y 14 caballeros. Esto motivó burlas en Europa, donde la expresión nobleza haitiana se volvió sinónimo de una aristocracia improvisada creada por un gobierno advenedizo.

Vista Interna de la Ciudadela Laferrière construida bajo el gobierno de Henri Christophe (autoproclamado como Enrique I de Haití)
Vista Interna de la Ciudadela Laferrière construida bajo el gobierno de Henri Christophe (autoproclamado como Enrique I de Haití)

A pesar de sus esfuerzos por impulsar la educación y establecer un sistema legal, el Código Henri, Enrique I fue un impopular monarca autocrático cuyo reino estaba en constante conflicto con el sur. Hacia el final de su reinado, el sentimiento público se encontraba tajantemente en contra de lo que se percibía como su política feudal, propuesta para desarrollar el país.
El rey Enrique, enfermo e indeciso, decidió suicidarse disparándose una bala de plata, antes que enfrentarse a la posibilidad de un golpe de estado. En la rebelión que siguió, su hijo adolescente, el Delfín Víctor Enrique, fue linchado por los sublevados, y con él se extinguió la dinastía Christophe, ya que Enrique I había impuesto la ley sálica, que no permitía a las mujeres ascender al trono o transmitir derechos a sus descendientes. Su viuda la reina María Luisa y dos hijas, las princesas Athenais y Amatista, lograron huir del país y se establecieron en Italia, donde murieron.

La historia de Enrique I sirvió de argumento de La Tragédie du Roi Christophe, una obra teatral de 1963 escrita por el martiniqués Aimé Césaire, y también, en gran medida, para la novela de Alejo Carpentier El reino de este mundo (1949).



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