viernes, 28 de noviembre de 2008

¡Bienvenido el compromiso socialista! Por Ariel Dacal


Por Ariel Dacal

Palabras y nombres preteridos regresan, no para ser juzgados, no para ser ametrallados desde compromisos camuflados por las mediaciones de una historia conclusa; regresan para ser útiles, regresan para fecundar/nos con sentidos, deberes y posturas necesarias para el camino por hacer/nos. Regresan para participar con nosotros y nosotras en la resignificación de nuestro desafío político.


Revolución, URSS, socialismo, Marx, imperialismo, Lenin, comunismo, Trotski, Gramsci, Lukács, lucha de clase, Guevara, trabajadores, Rosa, emancipar, popular, anticapitalista, burocracia, contrarrevolución, revolución… palabras y nombres que vuelve desde un significado incendiario: la lucha por el socialismo revolucionario.


No es causal que para América y el mundo entero el siglo xxi esté, desde sus primeras horas, deletreando esos nombres y palabras. Es como si los oprimidos comenzaran a renacer del letargo en que estuvieron sumidos desde que los silenciaron en nombre de la palabra, desde que los enclaustraron en nombre de la libertad, desde que les mintieron en nombre del socialismo. Y el despertar tiene una demanda fascinante, recuperar las palabras por y para la voz propia de los oprimidos.


En una sala conferencias del centro Juan Marinello hemos inaugurado el Taller permanente: Revolución bolchevique, historia de la URSS y Cuba. Análisis crítico socialista desde el siglo xxi . Aquí el término /crítico/ se ubica en el sentido de restaurar, no destruir; de repensar, no olvidar; de comprometer/nos, no pavonear/nos. El taller ve la luz en un momento especial de la historia cubana. La Isla empieza a descifrar los códigos de su pasado más reciente para ver con mayor lucidez lo que le sigue en las próximas horas y décadas. Esas lecturas y búsquedas muestran un abanico amplio y diverso de intereses y visiones, de propuestas y ansiedades. Útiles todas porque permiten una lectura más abarcadora de lo que somos.


El Taller (con extenso título) corta camino e intenta visitar ese pasado desde una totalidad que desborda las fronteras físicas e históricas de Cuba. Parte, y esto es en sí su mayor reto, de un firme compromiso con la historia del socialismo, sus realizaciones y desfalcos, su presente y futuro. Leer la historia del socialismo para entender a Cuba parte de una postura comprometida sin tapujos ni mediaciones infalibles.


Los que asistimos a esos intercambios de ideas y a la creación de una visión colectiva reconocemos que somos portadores de /saberes/ diferentes sobre el tema. Generaciones diversas con “formaciones” contextuales diversas concurren y dialogan, se instruyen, se informan, reinterpretan, aportan y conforman una visión cubana del socialismo que solo podrá ser resultado, esa, de lo que somos. Esta clarificación deshace las pedantes valoraciones de bueno/malo; correcto/incorrecto; ilustrado/ignorante. Asumir este intercambio demanda, y tal interés subyace en el Taller mismo, un proceso de aprendizaje (adquisición de información) y de educarnos (repensar nuestras conductas y posicionamientos intelectuales y políticos). Demanda, al mismo tiempo, una puesta en común de nuestro sentido de lo /socialista/ en la dualidad lectura/demanda.


El intento recién comienza. Una sola sesión (la primera) ha develado preguntas ansiosas, respuestas abiertas e interés de andar en esa búsqueda. El comienzo mismo ha sido de ruptura con viejas lógicas del saber (al menos con rudimentos valiosísimos para esa ruptura). Entre las cosas felices que sucedieron destaca que todas y todos, cuando menos, hablamos una vez. No hubo rostros anónimos. Nadie aplastó desde su opinión; nadie jerarquizó, nadie concluyó el tema con palabras irrefutables, nadie impuso, nadie negó. Al parecer, el sentido de pertenencia con lo que puede acontecer pasó de los convocantes a los convocados. No pocas manos se alzaron para proponer como organizar mejor el trabajo, como sacarle más frutos a esa siembra. ¡Por fin! debatir sobre el socialismo es un lugar feliz, alegre. Y puede ser así porque todos y todas somos la lección, la conclusión, la propuesta, la evaluación. Todas y todos, ahí, somos el compromiso socialista.

La Habana, 12 de mayo del 2007

Che en cuatro tiempos

08/10/2008

Por Héctor Arturo

TIEMPO UNO

Nacer y el asma en el frío intenso de Rosario. Dar los primeros pasos, montar en velocípedo, jugar con su perro, aprender las vocales, las consonantes y los números con Don Ernesto y Doña Celia y alguna maestra rural, pero el asma ahí, constante, ahogando al niño que se niega a doblegarse ante la falta de aire, pues quiere hacerlo todo igual que los demás, sin saber que llegará a ser mejor.

Cambiar la casa hacia Buenos Aires para que mejorara la salud maltrecha, y crecer y patear balones de fútbol, escalar montañas, leer constantemente y constantemente estudiar letras y ciencias.

Sustituir el ciclo de pequeño por la motocicleta de adolescente retador para darse una vuelta por toda Nuestra América, y conocer sin que nadie le cuente cómo sobreviven las personas que habitan del Bravo a la Patagonia.

Matricular la carrera de Medicina y graduarse de médico, no para abrir una clínica privada, sino para ponerse al servicio de los leprosos, a quienes ningún otro colega se atreve a atender.

Remar río abajo y río arriba a bordo de una rústica balsa, tomar fotografías de paisajes y gentes, escribir cartas y uno que otro poema. ¿Y el asma? ¡Bien, gracias!

TIEMPO DOS

En Guatemala peligra un gobierno popular, y allí está en Guatemala, con un bufo, que es como los argentinos llaman a los revólveres, para defender los exiguos avances que los yankis no le permitieron más a Jacobo Arbenz. México abre sus puertas al incansable viajero y en casa de María Antonia, en apenas una noche de plática con otro joven soñador como él, de nombre Fidel Castro, se convierte en el primero en la lista de los expedicionarios de un yate de recreo, convertido en medio de la mar embravecida en un barco de guerra para hacer la libertad de Cuba.

Naufragio más que desembarco. Sorpresa enemiga y bautismo de fuego. Disyuntiva: cargar con la mochila de medicamentos o con el fusil. Decide por el último para salvar a un pueblo de los males sociales que lo consumían, peores que todas las demás enfermedades y las heridas de balas. De nuevo las montañas, que debe ascender ahora entre combate y combate, para descenderlas luego y subir a lo más alto con la hazaña incomparable de la invasión de Oriente a Occidente, en la cual cortó a Cuba en dos para unirla más, al frenar al enemigo en Santa Clara y acelerar el amanecer del Primero de Enero de 1959.

TIEMPO TRES

Comandante y economista. Ministro y machetero. Ciudadano cubano por nacimiento. Político y constructor. Estudioso y crítico. Creador del trabajo voluntario. Forjador de inventivas. Acelerador de ideas. Revolucionario. Comunista. Internacionalista. "Aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de constructor y dejo a un pueblo que me admitió como a un hijo; eso lacera y cura con creces cualquier desgarradura... Nada legal me ata a Cuba, solo lazos de otra índole que no se pueden romper como los nombramientos... Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos..." Y hacia otras tierras de África y América Latina enrumba sus pasos, sintiendo bajo sus talones el costillar de Rocinante, con la adarga al brazo, para crear dos, tres, muchos Vietnam con tableteo de ametralladoras y nuevos gritos de guerra y de victoria.

TIEMPO CUATRO

Es 9 de octubre de 1967, prisionero desde el día antes en la pequeña y desconocida escuelita de La Higuera, impartió su mejor clase de Historia. Los terroristas confesos que lo asesinaron por órdenes expresas de Washington jamás imaginaron que un hombre de solo 39 años de edad pudiera multiplicarse tantas veces, para nacer a cada instante en todos los confines del planeta.

Y ahí lo tenemos, en mármoles, piedras, bronces, graffitis para llamar a huelgas y manifestaciones; en afiches y fotografías que llenan avenidas, calles, parques, plazas, escuelas y fábricas del mundo; en poemas y canciones que se entonan por millones en todos los idiomas.

En presente y futuro, porque de Che jamás se podrá hablar en pasado, pues sigue convocando a los oídos receptivos a esta marcha unida en la cual no cabe más alternativa que su frase que retumba con la fuerza de un eco universal y unánime: ¡Hasta la victoria siempre...!


CUBA SOCIALISTA. Revista Teórica y Política. La Habana. Cuba
2003 - 2006