Pedro camina, y José le cae a palos. Luego Pedro lo agarra y le pega dos tiros.
La vida sigue, pero la policía jode a Pedro, ya que, está en contra del Gobierno. Pasan algunos años, y el tipo ´tá ficha’o. No consigue trabajo, por los tiros que mandó.
José no se murió, pero quedó inválido. Ahora Pedro vive con esa vaina en la cabeza.
En nuestra juventud nos metemos en vainas que iluminan nuestra vejez, son los pasos que marcan nuestro destino.
Apoyo a Pedro en lo que hizo, porque de alguna manera debió de marcar su línea, hacer escuchar su palabra, hacer respetar sus ideas.
Hace poco algunos amigos vivieron la mitad de lo que aquí expreso. Cuidado con la otra parte.
Publicado por JulioTallo
No hay comentarios:
Publicar un comentario