FRANKLIN GONZALEZ, - Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Uruguay
El Socialismo del Siglo XXI constituye una propuesta del gobierno venezolano, que se está discutiendo nacionalmente pero que ya comienza a tener repercusiones en otros espacios internacionales. Este concepto, del que se empieza a hablar a partir de enero de 2005, fue planteado por el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, en el V Foro Social Mundial, en el marco de la Revolución Bolivariana.
Posteriormente, en un discurso a mediados de 2006, expresó: "Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución Bolivariana hacia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un socialismo del siglo XXI que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad".
Lo primero de esta propuesta es que no está predefinida. Lo que si está claro es que debe trabajarse por transformar el modo de capital y avanzar hacia un nuevo socialismo que se debe construir cada día y que por las condiciones presentes en el actual mundo globalizado, esta transición será bastante prolongada. El Socialismo del Siglo XXI será en todo momento contrario al neoliberalismo.
Esta propuesta es inédita, y lo es precisamente porque toma en cuenta las experiencias hasta ahora vividas en función de la redención de las mayorías.
Desde los planteamientos del socialismo utópico, pasando por el socialismo científico y llegando a las experiencias del llamado socialismo real, hay que valorarlos en sus justas dimensiones más allá de sus limitaciones, en términos teóricos y prácticos.
Historia e ideología
El Presidente Chávez, desde que formuló su pensamiento sobre el Socialismo del Siglo XXI, ha confesado que éste sólo puede traer justicia social.
El primer elemento que dibuja sobre el Socialismo del Siglo XXI es su estrecha relación con la practica política que comenzó allá por los años 80 con el diseño de lo que se llamó el 'árbol de las tres raíces', consistente en la raíz bolivariana (su planteamiento de igualdad y libertad, y su visión geopolítica de integración de América Latina); la raíz zamorana (por Ezequiel Zamora, el general del pueblo soberano y de la unidad cívico-militar) y la raíz robinsoniana (por Simón Rodríguez, el maestro de Bolívar, el sabio de la educación popular, la libertad y la igualdad). Estos nutrientes dan sustancia ideológica al movimiento revolucionario y al Socialismo del Siglo XXI.
En su larga experiencia, de lucha y gobierno, la conciencia y el pensamiento del Presidente Chávez ha recibido también la influencia del Marxismo, referencia ineludible del socialismo moderno, pero ha señalado que el de ahora debe ser un Socialismo nuevo, un Socialismo que debe nutrirse de las corrientes más auténticas del cristianismo, que no niegue sino que afirme que el primer socialista de nuestra era fue Cristo.
En ese sentido y más en su aspecto ideológico y en cuanto al objetivo de la vida social, se ha llegado a determinar a qué tipo de socialismo se apunta y, en este sentido, nuestro Presidente, respondiéndole el 8 de enero de 2007 a la jerarquía eclesiástica venezolana, le remarcó la siguiente frase: "Les recomiendo a los obispos que lean a Marx, a Lenin, que vayan a buscar la Biblia para que vean el Socialismo en sus líneas, en el viejo y nuevo testamento, en el sermón de la montaña".
Este socialismo se hará desde nuestras propias raíces, desde nuestros aborígenes, para lo cual el Presidente Chávez ha puesto como ejemplo las experiencias de las comunas en Paraguay y Brasil, el socialismo utópico que representó Simón Rodríguez, el planteamiento de Bolívar de libertad e igualdad y los planteamientos de José Gervasio Artigas, el gran uruguayo, de que hay que invertir el orden de la justicia, eliminando los privilegios.
Desde el punto de vista de los derechos y sus definiciones
El Presidente Chávez ha dicho que entre los elementos que pudieran definir el Socialismo del Siglo XXI, se encuentran los siguientes: a) La moral. Significaría recuperar el sentido ético de la vida. Luchar contra los demonios que sembró el capitalismo: individualismo, egoísmo, odio, privilegios. Es un arma en la lucha contra la corrupción, un mal que es propio del capitalismo. El socialismo debe defender la ética, la generosidad.
b) Político. En este aspecto, uno de los factores determinantes del Socialismo del Siglo XXI debe ser la democracia participativa y protagónica. Hay que centrar todo en el pueblo, el partido debe estar subordinado al pueblo. c) En lo social. El socialismo debe conjugar igualdad con libertad. Una sociedad de incluidos, de iguales, sin privilegios.
d) En lo económico. Un cambio del sistema de funcionamiento metabólico del capital.
En Venezuela se han iniciado experimentos como el impulso al cooperativismo, al asociativismo, a la propiedad colectiva, a la banca popular y núcleos de desarrollo endógeno. Son válidas muchas experiencias como la autogestión y cogestión, la propiedad cooperativa y colectiva. Se está poniendo en marcha un ensayo de empresas de producción social y unidades de producción comunitaria.
Hasta ahora el Socialismo del Siglo XXI en Venezuela ofrece como uno de sus mejores resultados un impresionante experimento de PODER POPULAR en el que participan millones de personas, como no lo habían hecho antes en la historia de la nación, contagiando al resto de los pueblos de América Latina y el Caribe que han vuelto su mirada al modelo socialista ante el estrepitoso fracaso del neoliberalismo.
En definitiva, lo que pretendemos y buscamos con la construcción del Socialismo del Siglo XXI en nuestro país es hacer realidad la frase y sobre todo el desiderátum de nuestro Libertador Simón Bolívar, esbozado con meridiana claridad en el memorable e histórico discurso de Angostura, el 15 de febrero de 1819: "El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política". *
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