scrito por: Álvaro Arvelo Hijo (informacion@elnacional.com)
Fidel Castro pasó a la Historia cuando comandó un grupo de leales y valientes seguidores que el 26 de julio de 1953 asaltaron el cartel Moncada, ubicado en Santiago de Cuba y la segunda instalación militar más poderosa, después de la base de Columbia, de la dictadura del general Fulgencio Batista y Saldívar.
Fidel Castro, que entonces tenía apenas 26 años de edad (había nacido en agosto de 1926), sobrevivió al fracaso armado que representó dicho intento por capturar la fortaleza, fue juzgado (“¡La Historia me absolverá!”) y condenado a la Isla de Pinos, hoy Isla de la Juventud.
El amnistiado e incipiente líder revolucionario, junto a figuras después también muy conocidas, como el hoy presidente de Cuba, general de Ejército Raúl Castro, y el recién fallecido y también legendario comandante Juan Almeida Bosque, marchó al exilio en México.
Y desde allí, donde conoció a quien sería otra figura legendaria: doctor Ernesto Guevara de la Serna (el Che), partió de regreso a Cuba en noviembre de 1956 para iniciar una guerra de guerrillas (Sierra Maestra) que triunfó el 1 de enero de 1959.
Fidel Castro y 80 acompañantes llegaron a las costas cubanas, en un viaje accidentado, a bordo de un yate llamado “Granma”, comprado en el estado de La Florida a un navegante estadounidense retirado que lo había bautizado así, o sea, “Gran Ma” (abuela) en honor a lo que ellos en la cultura anglosajona llaman mamá Grande o “Gran Ma”.
De esa expedición contra la dictadura del general Fulgencio Batista apenas sobrevivieron 12 (leer “El Libro de los 12”, del recién fallecido escritor y periodista Carlos Franqui).
El coronel presidente Francisco Alberto Caamaño Deñó, tras un largo y traumático entrenamiento en Cuba, salió de la vecina isla hacia la República Dominicana en una expedición para derrocar por las armas la dictadura de Joaquín Balaguer, llegando el 3 de febrero de 1973 y siendo fusilado, ya herido en combate, el 16 del mismo mes y año. Llegó en el yate “Black Jack”.
El yate “Gran Ma” de Fidel Castro tenía como uno de sus oficiales a un experto marino dominicano: Ramón Emilio Mejía Pichirilo, asesinado por la espalda (como matan los cobardes a los valientes) en los primeros días de la Guerra de Abril.
El yate “Gran Ma” o Granma se encuentra en el Museo de la Revolución, en La Habana, mientras que ahora el recuperado “Black Jack” se encuentra en el Museo de Hombre Dominicano.
¡Gracias, presidente Leonel Fernández!